Porno de venganza
“Si te vas y me dejas, te arruinaré la vida. Sabes que tengo estas fotos…”
Una de las formas más crueles de abuso digital es la pornografía no consensual, a menudo denominada “porno de venganza”. Este tipo de abuso está ligado con el abuso sexual, ya que implica la distribución digital de fotos y/o videos de desnudos o sexualmente explícitos de una persona sin su consentimiento. Se llama porno “de venganza” porque las imágenes o videos suelen utilizarse como represalia o como material de chantaje por parte de una pareja actual o anterior.
En la línea telefónica The Hotline, recibimos llamadas de muchas personas que han sufrido esta forma de abuso. Algunas víctimas han compartido voluntariamente imágenes en privado con sus parejas, sólo para que sus parejas acaben faltándoles a su confianza y más tarde amenazaran con distribuir esas imágenes públicamente. Otras se han visto obligadas a crear material sexualmente explícito para avergonzarlas, controlarlas y manipularlas. Por otra parte, algunas parejas abusivas toman fotografías o videos sin el conocimiento de las víctimas y luego utilizan la amenaza de compartir esos materiales en línea para mantener el control sobre la víctima. Sea cual sea la situación, quebrantar la confianza de una pareja y manipularla o avergonzarla de esta manera es un comportamiento abusivo.
Consejos de seguridad
Como todas las formas de abuso, la pornografía de venganza es extremadamente traumática. Lamentablemente, la legislación ha tardado en reaccionar; no todos los estados han promulgado leyes contra la pornografía de venganza ni la reconocen como delito, lo que deja a las víctimas sin pocos recursos legales en algunos casos.
- Si eres adolescente, dile a tu pareja que tus padres o tutores controlan tus dispositivos, de modo que no puedas tomar ni enviar material sexual explícito.
- Cambia tu teléfono por uno que no tenga capacidad para tomar fotos o grabar video.
- Sugiera otras formas de conexión sexual que no puedan documentarse.
Si tu pareja sigue presionándote o empieza a obligarte a enviar materiales sexualmente explícitos, y no te sientes segura de poder resistir o negarte, podrías pensar que lo mejor es enviarlos. Los siguientes consejos pueden ayudarte a proteger tu seguridad y privacidad en la medida en que sea posible:
- Procura no mostrar rasgos de identificación (cara, tatuajes, lunares en el cuerpo, etc.) en las fotos que envías.
- Haz las fotos utilizando un fondo neutro, no identificable y con iluminación oscura.
- Agrega un filtro a la foto que alterará el color, haciendo que la imagen sea menos identificable.
- Google ha creado un formulario en el que las víctimas de la pornografía de venganza pueden solicitar que sus imágenes sean eliminadas de los resultados de búsqueda. Puedes acceder al formulario aquí.
- Acude a tus sistemas de apoyo y elabora un plan de seguridad emocional.
La historia de un sobreviviente
La siguiente historia fue compartida con nosotros por una sobreviviente de la pornografía de venganza. Nos ha dado permiso para reproducirla aquí. Su experiencia refleja el trauma y la frustración que muchas personas sienten cuando son víctimas de la pornografía de venganza. Tenga en cuenta que esta historia puede resultar perturbadora para algunos lectores.
“Estaba en la secundaria cuando conocí a mi ex. Era diez años mayor que yo. Salimos durante unos años y acabamos casándonos después de mucha oposición por parte de mi familia y amigos. Controlaba todos los aspectos de mi vida de joven adulta y a menudo abusaba de mí verbal, sexual y físicamente.
Cuando tenía 18 años de edad me pidió que le enviara algunas fotos mías desnuda. Me dijo que, si no se las enviaba, me dejaría por otra persona de más madurez. Yo estaba enamorada de él, y en ese momento no entendía que ese tipo de comportamiento era un abuso. Después de enviarle las fotos, me arrepentí inmediatamente porque no era algo que quería hacer.
Intenté dejar la relación varias veces, pero mi ex me amenazaba y mencionaba cómo iba a arruinarme la vida con las “fotos” si me iba. Temía que cumpliera sus amenazas, lo que hacía que dejarlo fuera mucho más difícil.
Después de que nació nuestro hijo, me armé de valor para dejarlo y pedir el divorcio. Temía por nuestra seguridad y nuestro futuro durante ese tiempo. Sabía que el maltrato emocional y verbal continuaría y que él cumpliría su amenaza de “arruinarme la vida” con las fotos.
Durante nuestra separación, se me concedió una orden de protección tras continuas amenazas y acoso. Después de que mi divorcio fuera definitivo, la protección expiró y me enteré de que mi ex marido había publicado fotos mías desnuda en dos sitios web porno distintos. Uno de los sitios se dedicaba por completo a la pornografía de venganza y en él aparecía mi nombre y apellidos. Las fotos que compartí con él cuando yo tenía 18 años se publicaron junto con otras fotos que él tomó sin mi conocimiento. La cantidad de dolor que sentí después de encontrar fotos mías desnuda en Internet me puso físicamente enferma.
Inmediatamente me puse en contacto con mi abogado y con la agencia local de violencia doméstica en busca de ayuda. Recibí apoyo emocional de múltiples fuentes, pero quedó claro que no tenía opciones legales legítimas debido a la ausencia de una ley de pornografía de venganza en mi estado. Tuve suerte de que retiraran las fotos de los sitios web, pero estoy consciente de que podrían volver a publicarse en cualquier momento.
Ha pasado más de un año y medio desde que me enteré de que habían publicado las fotos, pero desde entonces no he vuelto a ser la misma. Voy a terapia con frecuencia para tratar de ayudar con la ansiedad y la depresión de la pornografía de venganza y sanar de los años de abuso.
Mi exmarido lleva años utilizando la pornografía de venganza como táctica de abuso y ha dejado claro que no tiene intención de parar.
Quiero liberarme desesperadamente de “las fotos” y, lo que es más importante, del control de mi exmarido abusivo. Para que las víctimas de la pornografía de venganza recuperen la libertad frente a sus agresores debe haber consecuencias legales para este tipo de abusos.”
Si tu pareja te presiona para que le envíes fotos o videos explícitos, o si te amenaza con distribuir el material que has compartido, puedes ponerte en contacto con The Hotline en cualquier momento. Nuestros defensores están aquí para ofrecerte apoyo y consejos sobre planificación de la seguridad, y también pueden ponerte en contacto con recursos locales o legales dependiendo de tu situación.