Barreras al transporte para las sobrevivientes de la violencia doméstica

El transporte es vital para conectar a las personas con los servicios esenciales que necesitan, como el cuidado de la salud, la educación y el empleo. Pero para muchas sobrevivientes de la violencia doméstica, el transporte puede salvarles la vida: es una parte fundamental para ponerse a salvo. El acceso a un transporte seguro, asequible y confiable es de suma importancia en el caso de una sobreviviente y, sin embargo, es una barrera común que enfrentan muchas personas afectadas por la violencia doméstica, especialmente cuando se trata de salir de una relación abusiva. Todos los días en la Línea Nacional sobre Violencia Doméstica – La Línea de Denuncia (National Domestic Violence Hotline – The Hotline, en inglés), escuchamos por parte de las sobrevivientes que el transporte es una  gran barrera para las sobrevivientes de violencia doméstica que buscan seguridad y puede impedir que las sobrevivientes avancen hacia una vida libre de violencia. En 2022, la línea de denuncia vio un aumento en la necesidad de servicios de transporte de emergencia: 8,541 personas que se comunicaron con la línea de denuncia necesitaron transporte de emergencia, un aumento del 117% en comparación con el año 2021.

El transporte es importante 

Según el Departamento de Transportes de EE. UU., el transporte público proporciona a las personas movilidad y acceso al empleo, recursos comunitarios, atención médica y oportunidades recreativas. Beneficia tanto a los que deciden viajar como a los que no tienen otra opción: más del 90% de los beneficiarios de asistencia pública no tienen automóvil y deben recurrir al transporte público. El transporte público proporciona un servicio básico de movilidad a las personas sin acceso a un automóvil. En los estudios realizados, el transporte ha influido positivamente en las actividades sociales, el medio ambiente, los factores socioeconómicos y la salud. Sin embargo, debemos asegurarnos de que se tiene en cuenta la seguridad en el transporte público y en las apps (aplicaciones).

La dependencia y las barreras al transporte 

La violencia doméstica es extremadamente compleja, y la falta de un transporte seguro y a precio asequible conduce a la falta de independencia de las sobrevivientes y a la necesidad de pedir ayuda, lo que puede ser cansado y llevar mucho tiempo. A menudo conlleva que la sobreviviente cuente su historia varias veces y se ponga en contacto con varias personas o lugares para encontrar ayuda. Esto puede resultar aún más difícil para las sobrevivientes con recursos limitados, incluyendo el tiempo, y que no disponen de la tecnología, la privacidad o el transporte para buscar apoyo de forma segura.

Las barreras más comunes al transporte

A menudo, la falta de transporte obliga a las víctimas a elegir entre su bienestar y volver con sus agresores. Salir de una relación puede ser uno de los momentos más peligrosos para víctimas y sobrevivientes. En promedio, una víctima tarda siete veces para dejar de forma segura una relación abusiva antes de alejarse definitivamente. A medida que la pareja agresora siente que está perdiendo el poder y el control sobre la víctima o sobreviviente, actúa peligrosamente, a menudo causando más daño para tratar de recuperar el control sobre la víctima. He aquí algunas barreras comunes al transporte que pueden experimentar las sobrevivientes de la violencia doméstica:

Las barreras comunes al transporte

Flexibilidad: Transporte público inadecuado

En un estudio, los investigadores descubrieron que las parejas abusivas utilizan el control y la presión entre las parejas víctimas de violencia (IPV, por sus siglas en inglés). Tras salir de la relación de IPV, los sobrevivientes necesitan transporte público disponible siempre que sea posible. Los obstáculos de la primera y la última milla resultaron difíciles, sobre todo cuando las sobrevivientes se reubicaron en centros de refugio para víctimas de IPV situados expresamente en barrios discretos, alejados de sus rutas de desplazamiento habituales y menos cercanos a las estaciones de transporte público.

Viabilidad: Las zonas rurales carecen de transporte

Restringir o negar el acceso al transporte personal es una herramienta habitual de las parejas abusivas para aislar a las mujeres de las necesidades y servicios básicos. Además, las parejas abusivas aíslan a las mujeres de posibles redes de apoyo. El transporte público, o la falta del mismo, puede jugar un papel desproporcionadamente influyente en la vida de las sobrevivientes.

Barreras al transporte en comunidades urbanas y rurales

Según un artículo de la organización National Institutes of Health (Institutos Nacionales de la Salud), las mujeres de pueblos pequeños y zonas aisladas registraron la mayor prevalencia de IPV, con un 22.5% y un 17.9%, respectivamente. En comparación con el 15.5% de las mujeres urbanas. Además, las sobrevivientes rurales informaron de una gravedad significativamente mayor de abusos físicos. El recurso más cercano a la IPV fue tres veces mayor para las mujeres rurales que para las urbanas. Más del 25% de las mujeres que vivían en zonas rurales y aisladas vivían a 40 millas del programa más cercano.

La seguridad: Influencias en el transporte

La pandemia COVID-19 nos afectó a todos, especialmente a las poblaciones vulnerables, como las sobrevivientes. La pandemia creó nuevas amenazas e intensificó las ya existentes. Muchas sobrevivientes de abuso sexual y de pareja se veían forzadas a estar más cerca de sus agresores, y para las sobrevivientes en situaciones inseguras, el transporte y el apoyo a la extracción eran servicios críticos.

La sensación de estar aislada

Muchas de nosotras nos sentimos aisladas y temerosas después del COVID-19, y es comprensible: estos sentimientos se amplifican en el caso de las sobrevivientes de la violencia doméstica. Las órdenes de permanencia en el hogar dictadas por COVID-19 agudizaron el problema de la soledad. Estas medidas fueron muy restrictivas. Las sobrevivientes de violencia intrafamiliar en tres países sugieren que el COVID-19 aumentó los factores estresantes individuales, como el estrés financiero o el desempleo, las complicaciones de salud mental, las cargas de trabajo doméstico y de cuidado, y el aumento de la gravedad y la incidencia de la violencia intrafamiliar asociada con el aumento del consumo de alcohol, las tácticas de control y el confinamiento dentro del hogar. Además, las sobrevivientes que interactúan con los centros de refugio y las agencias de servicios de violencia de género sugieren una falta de apoyo durante la pandemia y una agudización de los sentimientos de aislamiento derivados de una combinación de reglas estrictas en los centros de refugio y órdenes de permanecer en casa que reflejan las tácticas de control o aislamiento aplicadas por las parejas abusivas.

Experiencia de malos tratos durante el traslado

Según un artículo de la revista Metro Magazine, los usuarios del transporte público, especialmente las mujeres, suelen ser víctimas de ofensas sexuales en autobuses, trenes y paradas de autobús. El acoso sexual incluye comentarios sexuales, ruidos de besos, silbidos o solicitudes de sexo. El acoso no verbal incluye el exhibicionismo, la exhibición de imágenes pornográficas y el acoso. Nunca es aceptable sufrir abusos, acoso o daños, y la seguridad de los pasajeros debe ser siempre un objetivo principal.

Percepción de la capacidad de abandonar la relación

Estadísticas como éstas nos muestran que el mal trato en las relaciones es un fenómeno sorprendentemente común, que afecta a personas de todas las edades, razas, nacionalidades, géneros, sexualidades, religiones y grupos socioeconómicos. Poner fin a una relación abusiva no suele significar el fin de los malos tratos. Los comportamientos emocionalmente abusivos, como el acoso y las amenazas, pueden aumentar después de que la sobreviviente haya abandonado la relación.

Pide ayuda

La situación de cada persona es única e individual, y es posible que usted no pueda abandonar una situación por diversos motivos.

Abandonar con seguridad una situación de maltrato requiere una cuidadosa preparación y planificación. Abandonar simplemente una situación de maltrato sin tener en cuenta las necesidades de seguridad y apoyo emocional inmediatas y a largo plazo pueden poner a la sobreviviente en mayor peligro.

Si estás pensando en dejar una relación abusiva o te encuentras en una relación que no puedes abandonar, considera ponerte en contacto con La Línea de Denuncia (The Hotline) para hablar confidencialmente con un consejero. Nuestros consejeros están disponibles 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días a la semana por teléfono, chat o mensaje de texto. Visite thehotline.org.