Abuso contra personas que ejercen el trabajo sexual

Existen muchas formas de trabajo sexual, desde el sexo telefónico a los bailes exóticos y la dominación profesional que empuja a su clientela a sus límites de forma consensuada. A pesar de todas las razones por las que una persona pueda ejercer el trabajo sexual, el abuso no discrimina. Estas son algunas de las formas en las que las personas que ejercen el trabajo sexual son más vulnerables al abuso.

Las personas que ejercen el trabajo sexual

El trabajo sexual es una práctica que ejercen las personas en todas sus manifestaciones y puede ser en interiores, exteriores, legal o ilegal. Una persona que ejerce el trabajo sexual puede intercambiar sexo por dinero, seguridad, drogas, hormonas o necesidades de supervivencia como alimento, albergue, ropa, estatus inmigratorio o documentación. Las personas que trabajan en la industria sexual son vulnerables al abuso, incluso al abuso por sus parejas íntimas y al abuso sexual.

Parecido con otros ámbitos laborales, algunas personas que son trabajadoras sexuales no pueden encontrar empleo. Otras ejercen el trabajo sexual para sostenerse. Las personas de grupos socialmente marginados, como la comunidad LGBTQIA+, las poblaciones que no hablan inglés (como las personas inmigrantes) y las personas con problemas de salud mental, son particularmente propensas al trabajo sexual.

Abuso y trabajo sexual

Cuando se trata de abandonar una relación abusiva, las personas se enfrentan a obstáculos tanto por parte de la persona abusiva y porque existe una falta de entendimiento sobre lo que significa permanecer en relaciones abusivas. Una persona trabajadora sexual que haya sido abusada puede enfrentar retos considerables para irse con seguridad, conseguir recursos o interponer una demanda.

En los Estados Unidos el trabajo sexual es generalmente ilegal o no es regulado. Como resultado, la pareja de una persona que ejerza el trabajo sexual puede usar tácticas abusivas específicas. Una pareja abusiva puede amenazar con llamar a la policía para denunciar a su pareja. Por consiguiente, la persona sobreviviente puede perder su capacidad de trabajo. Además del abuso sexual, una persona sobreviviente también puede sufrir de abuso financiero por parte de una pareja abusiva que le retenga el dinero.

 

Tácticas de las parejas abusivas

Las personas trabajadoras sexuales pueden experimentar en relaciones abusivas los mismos comportamientos que aquellas que no ejercen el trabajo sexual, pero también pueden experimentar otras manifestaciones. Las parejas abusivas comúnmente usan las siguientes tácticas para abusar a las personas que ejercen el trabajo sexual:

  • Pueden amenazar con reportar a la persona sobreviviente o trabajadora sexual a las fuerzas de la ley o a las autoridades de inmigración si la persona no es ciudadana.
  • Intimidan o amenazan con revelar a familiares o amistades que la persona sobreviviente ejerce el trabajo sexual.
  • Retienen o se quedan con un porcentaje de las ganancias del trabajo sexual de la persona sobreviviente. La pareja abusiva también puede castigar a la sobreviviente por no ganar lo suficiente o negarle el derecho a usar el dinero que devenga. Estas son manifestaciones del abuso financiero.
  • La explotación de la persona sobreviviente mediante la coacción sexual o el abuso sexual debido a su empleo (por ejemplo, “si tienes sexo con otras personas por dinero, deberías tener sexo conmigo”).
  • Usa la coacción reproductiva al negar cuidados médicos, incluyendo pruebas para las ITS, el acceso a la contracepción, al aborto o a los cuidados prenatales.
  • Les resta importancia a los sentimientos de la persona sobreviviente al culparles por sus experiencias negativas de trabajo y el abuso por parte de clientes (este es otro tipo de abuso emocional llamado gaslighting).

Planes de seguridad y personas que ejercen el trabajo sexual

Cuando cree un plan de seguridad, tenga en cuenta los tipos de abuso que enfrenta una persona sobreviviente o que ejerce el trabajo sexual. Si la pareja abusiva le consigue empleo a la persona sobreviviente, puede ser un reto económico irse. Pero las personas sobrevivientes son creativas y resilientes. Supongamos que la persona sobreviviente trabaja en un club o en un lugar regular. En ese caso, mostrarle una foto o describir la pareja abusiva a cualquier miembro del personal de seguridad del lugar puede asegurar que la persona abusadora no afecte el trabajo de la persona sobreviviente ni les cause intencionalmente la pérdida de su empleo. Algunos estados ofrecen programas de confidencialidad en la dirección, por lo que si una persona sobreviviente se muda, puede asegurarse de que la persona que le abusa no encuentre su dirección mediante los registros públicos.

Las personas que ejercen el trabajo sexual y las fuerzas de orden público

Las personas que hacen trabajo sexual quizás no quieran involucrar a las fuerzas de orden púbico cuando estén lidiando con una situación abusiva porque podrían ser arrestadas. El sesgo contra las personas que hacen trabajo sexual pudiera llevar a que las fuerzas de orden público caractericen la violencia doméstica como “una transacción que salió mal” o digan que el abuso es “un riesgo de la profesión” en vez de tratarla como un crimen. La policía y las fuerzas de orden público también se ensañan contra las personas que ejercen el trabajo sexual, las arrestan con cargos vagos como “merodear”, “actos obscenos” y “desorden público” además de radicarles cargos dirigidos específicamente al trabajo sexual. Por ejemplo, en el estado de Nueva York, así como en otros, la policía y los tribunales pueden usar la posesión de condones como evidencia de prostitución.

El estigma social y las personas que ejercen el trabajo sexual

El estigma social contra el trabajo sexual también puede causar que las personas sobrevivientes contacten recursos locales, como los albergues. Hay algunas organizaciones de violencia doméstica que pudieran discriminar contra personas que ejercen el trabajo sexual y violan la ley. Independientemente del historial criminal, cualquier persona que sobreviva el abuso tiene el derecho por ley de ser protegida. HIPS es una organización basada en Washington, DC que es un recurso útil para las personas sobrevivientes que pertenecen al ámbito del trabajo o intercambio sexual. El autocuidado y la consejería pueden ser métodos poderosos para que las personas sobrevivientes puedan procesar y superar el trauma. Como parte de un plan de tratamiento después de experimentar abuso y agresión sexual a una persona que hace trabajo sexual, RAINN describe cómo las personas que ejercen el trabajo sexual pueden determinar si un o una terapeuta es adecuado para sí. El sitio web de The Hotline también tiene algunos consejos geniales para el autocuidado de las personas sobrevivientes.

Tráfico sexual

Cuando cualquier persona obliga, coacciona o amenaza a alguien para que haga trabajo sexual, esta persona se vuelve víctima del tráfico sexual. Bajo las leyes de EE. UU., cualquier persona menor de 18 años que haga trabajo sexual se considera una víctima de tráfico. Los traficantes sexuales reclutan a sus víctimas ofreciéndoles trabajo legal y pago, a menudo como modelos o bailarines. Sin embargo, una vez están en la situación, las víctimas del tráfico sexual no tienen acceso a sus ganancias ni pueden abandonar el trabajo sexual. Si sospecha que usted o un ser querido es víctima de tráfico sexual, puede contactar la Línea Nacional contra el Tráfico Humano. También puede aprender más sobre las señales del tráfico en proyecto Polaris.

Ayudar a las personas que hacen trabajo sexual

Si usted o una persona querida ejerce el trabajo sexual y está en una relación abusiva, nuestros representantes están aquí 24/7 para hablar, chatear o textear sobre sus preocupaciones. Llámenos a 1-800-799-SAFE (7233) o escriba a nuestro chat en thehotline.org.

Recursos adicionales

Si está buscando ayuda adicional, hemos incluido más recursos para personas que ejercen el trabajo sexual para ayudarle a contestar más preguntas que pueda tener:

  • La Línea Honoring Individual Power and Strength (HIPS) ayuda por teléfono a personas que hacen trabajo sexual que se hayan visto afectadas por un intercambio sexual o el uso de drogas por elección, coacción o circunstancia. Puede llamar al 1-800-676-HIPS (4477).
  • FORGE ofrece apoyo antiviolencia para la comunidad trans y referidos a proveedores locales por teléfono al 1-414-559-2123.
  • Northwest Network y La Red brindan servicios de apoyo a las personas LGBTQIA+ que son sobrevivientes de abuso y agresión sexual.
  • La Red Nacional contra la Violación, el Abuso y el Incesto (RAINN) está disponible 24/7 por chat o al llamar al 1-800-656-HOPE (4673).
  • After Silence y Pandoras Project son sitios web útiles que ofrecen apoyo a las personas sobrevivientes de violencia sexual.
  • Male Survivor ofrece asistencia a sobrevivientes varones de abuso y agresión sexual.
  • The Planned Parenthood Chat Line ofrece apoyo y educación a cualquier persona que tenga preguntas o preocupaciones sobre la salud reproductiva.