Estamos de Pie con los Inmigrantes

By Katie Ray-Jones, CEO

Durante las últimas 24 horas, todos hemos oído informes de que agentes de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) arrestaron a una mujer indocumentada en El Paso, Texas, que acababa de recibir una orden de protección contra su pareja abusiva. Según los informes, oficiales de ICE siguieron a la mujer en el pasillo después de su audiencia, y parecen haber actuado tras una pista dada a conocer por su compañero abusivo en cuanto a su paradero.

Esta detención establece un peligroso precedente y crea un efecto escalofriante para todos los sobrevivientes inmigrantes de violencia doméstica y agresión sexual, marginándolos aún más cuando consideran recurrir a la policía o a los tribunales para obtener ayuda. Además, socava las protecciones de la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA, por sus siglas en inglés) que protegen la confidencialidad de las víctimas inmigrantes y evitan que oficiales de ICE se involucren en actividades de imposición en lugares sensibles, como un tribunal donde una víctima solicita una orden de protección.

A través de nuestro trabajo en La Línea Nacional contra la Violencia Doméstica sabemos que los autores de violencia doméstica utilizan una amplia gama de comportamientos abusivos para controlar a sus parejas y evitar que busquen ayuda. En el caso de los sobrevivientes inmigrantes e indocumentados, las parejas abusivas a menudo aprovechan el estado de inmigración de la víctima para controlar su comportamiento y crear un gran temor amenazándolos con reportarlos al ICE, hacer que los deportren o, en muchos casos, separarlos de sus hijos. En esas circunstancias, es comprensible que una mujer sufriera los casos más extremos de abuso para permanecer con sus hijos.

Todos los días, La Línea Nacional contra la Violencia Doméstica escucha de mujeres y hombres para quienes el miedo a la deportación y el miedo de ser separados de sus hijos son preocupaciones muy reales. Sólo el año pasado, nuestros expertos respondieron a más de 7.000 llamadas, chats y mensajes de texto de víctimas y sobrevivientes de violencia doméstica enfrentados a asuntos relacionados con la inmigración. Y, lo que me mantiene despierta por la noche es que hay una persona con una historia detrás de cada llamada, chat y mensaje de texto que recibimos. Está la mujer inmigrante cuyo compañero abusivo amenaza con secuestrar a su hijo; El hombre inmigrante cuya esposa toma su dinero y amenaza con que sea deportado; Y la mujer preocupada que siente que no puede ayudar a su hermana en una relación abusiva porque su estado de inmigración aún no es válido.

Por el bienestar de estas personas y muchos otros, debemos alzar nuestras voces y tomar una posición para asegurar que lo que sucedió en El Paso no vuelva a suceder. Nuestros funcionarios electos deben saber que los vamos a responsabilizar de asegurar que todas las víctimas y sobrevivientes de la violencia doméstica, sin importar su estatus migratorio, se sientan seguros cuando buscan ayuda. En La Línea Nacional contra la Violencia Doméstica, nos imaginamos un mundo donde todas las relaciones sean positivas, saludables y libres de violencia. Y, eso sólo puede suceder cuando reconocemos que cada ser humano tiene el derecho de vivir una vida libre de abuso.