Malos tratos en la comunidad de raza negra

Malos tratos en la comunidad de raza negra
Malos tratos en la comunidad de raza negra

La violencia de pareja no discrimina. Afecta a todas las personas, independientemente de su edad, raza, situación económica, orientación sexual o identidad de género. De hecho, un promedio de 24 personas por minuto son víctimas de violación, violencia física o acoso por parte de una pareja íntima en Estados Unidos, lo que equivale a más de 12 millones de personas al año. Esta estadística no incluye el impacto de otros tipos de maltrato, como el emocional o el económico, lo que significa que la violencia de pareja afecta incluso a más personas de las que revelan los estudios.

Aunque sabemos que la violencia de pareja afecta a personas de toda condición, también sabemos que puede afectar más profundamente a individuos de determinadas comunidades o entornos. Algunas comunidades también pueden tener formas diferentes de abordar la violencia doméstica, así como mayores barreras para acceder a los servicios de apoyo.

Malos tratos en la comunidad de raza negra

Debido al racismo sistémico, que afecta tanto a nuestras estructuras sociales como a nuestras políticas, tanto las mujeres como los hombres de raza negra sufren violencia doméstica en mayor medida que otras comunidades. De hecho, el 45.1% de las mujeres de raza negra sufrieron violencia física, sexual o acoso por parte de su pareja, mientras que el 40.1% de los hombres de raza negra sufrieron esos abusos. En promedio, 1 de cada 3 mujeres sufre violencia doméstica (33.3%) y 1 de cada 4 hombres sufre violencia doméstica (25%), lo que demuestra que los afroamericanos se ven desproporcionadamente afectados por este problema.

Al negar intencionadamente a los afroamericanos el acceso a oportunidades económicas, asistencia de salud, educación y un sentimiento de apoyo por parte de los organismos gubernamentales, los factores de riesgo de violencia doméstica son mayores en estas comunidades. Esto también conlleva barreras adicionales para llegar a un lugar más seguro u obtener apoyo, debido a la desconfianza en muchos organismos gubernamentales.

Retos y barreras

Hay muchos factores diferentes que pueden crear retos para las víctimas y sobrevivientes de la violencia doméstica que son de raza negra. Un factor importante es la desconfianza en los organismos gubernamentales o en las fuerzas policiacas debido a años de discriminación y abusos. Estos organismos se han utilizado normalmente para acosar a los afroamericanos o para proyectar continuamente estereotipos racistas.

Los afroamericanos que sufren malos tratos pueden ser menos propensos a llamar a las fuerzas policiacas por miedo a que su pareja sea maltratada o asesinada por la policía. En promedio, los hombres de raza negra tienen 2.5 veces más probabilidades de morir a manos de la policía que los blancos, y las mujeres de raza negra 1.4 veces más que las blancas. Debido a estos temores, muchas personas son menos propensas a involucrar a la policía, incluso cuando su seguridad está en peligro.

Por desgracia, incluso las que acuden a las fuerzas de seguridad en busca de apoyo pueden acabar en una situación de riesgo. Las mujeres de raza negra son especialmente propensas a ser criminalizadas, procesadas y encarceladas mientras intentan sortear y sobrevivir a las condiciones de violencia en sus vidas. En comparación con otros grupos, las mujeres de raza negra tienen un 80% más de probabilidades de ser condenadas por matar a su pareja maltratadora cuando se defienden de los malos tratos.

Las mujeres de color y las mujeres con bajos ingresos también se ven desproporcionadamente afectadas por las políticas de detención obligatoria por violencia doméstica. Esto lleva a una desconfianza aún mayor en las fuerzas policiacas y significa que las mujeres de raza negra pueden tener más probabilidades de seguir sufriendo abusos, sufrir más daños adicionales o arriesgarse a ser detenidas ellas mismas en lugar de llamar a la policía.

Además del temor a ponerse en contacto con las fuerzas del orden, muchos afroamericanos dudan en acudir a los servicios de apoyo, como las organizaciones contra la violencia doméstica. A menudo, estos programas de centros de albergue, que están pensados para proteger a las sobrevivientes, pueden ponerlas en mayor riesgo al exigirles que interactúen con el sistema legal u otras agencias de servicios sociales para acceder a los recursos.

Algunas organizaciones de violencia doméstica pueden alterar la estructura familiar debido a las leyes de denuncia obligatoria, castigando aún más a la sobreviviente por no abandonar o sacar a los niños del hogar abusivo. Esto puede provocar un trauma intergeneracional y un mayor riesgo de maltrato tanto para el progenitor no maltratador como para los niños del sistema. Los proveedores de servicios no siempre ofrecen un apoyo culturalmente apropiado ni adaptan sus servicios a los problemas específicos de cada cliente, lo que hace que muchas personas se sientan incómodas en los centros de albergue y no puedan ser ellas mismas.

Obtener apoyo

Aunque los afroamericanos sufren la violencia de pareja en mayor medida que otras razas, existen barreras y dificultades adicionales que pueden impedir que alguien reciba ayuda.

Nuestros defensores han recibido una amplia formación sobre cómo viven la violencia doméstica las distintas comunidades, y queremos ofrecerles el mejor apoyo posible.

 Tanto si busca ayuda para planificar su seguridad como si le preocupa ir a un centro de albergue, nuestros defensores pueden ofrecerle el apoyo más adecuado y mejor para usted. Estamos aquí 24 horas al día, 7 días a la semana a través de chat, texto o llamada telefónica.

Nuestros defensores han recibido una amplia formación sobre cómo viven la violencia doméstica las distintas comunidades, y queremos ofrecerles el mejor apoyo posible.

Tanto si busca ayuda para planificar su seguridad como si le preocupa ir a un centro de albergue, nuestros defensores pueden ofrecerle el apoyo más adecuado y mejor para usted. Estamos aquí 24 horas al día, 7 días a la semana a través de chat, texto o llamada telefónica.