Porque La Terapia de Parejas No es Recomendable

La terapia puede ser muy eficaz para algunas parejas que están trabajando en resolver problemas de relaciones difíciles. Sin embargo, si el abuso está presente en la relación, no recomendamos que las parejas busquen consejería juntos. Para que las terapias de parejas puedan tener éxito, ambas partes deben estar dispuestas a asumir la responsabilidad de sus acciones y hacer ajustes a su comportamiento. Las personas abusivas quieren todo el poder y el control en la relación y se enfocarán en mantener ese desequilibrio, aunque eso signifique continuar con patrones de comportamiento insalubres e hirientes.

Muchas personas que llaman a la Línea Nacional Contra la Violencia Doméstica tienen historial de experiencias de terapias de parejas fallidas debido al enfoque de parte de la pareja abusiva en manipular las sesiones para culpar, minimizar el abuso e intentar ganar el respaldo del terapeuta. Si el terapeuta trata de responsabilizar al sujeto abusivo por  estas tácticas, a menudo este se niegan a asistir a más sesiones e incluso puede prohibir a su pareja a ver a la terapeuta, catalogándola como de “sesgada”. La pareja abusiva puede incluso optar por escalar el abuso al sentir que su poder y control están amenazados.

 

La razón principal por la que no recomendamos las terapias de parejas es que el abuso no es un problema de “relación”.

La consejería para parejas puede implicar que ambas parejas contribuyen al comportamiento abusivo, cuando la opción de ser abusivo recae únicamente en la pareja abusiva. Centrarse en la comunicación u otros problemas de relación representan una distracción de la conducta abusiva, y en realidad puede reforzarla en algunos casos. Además, un terapeuta puede no ser consciente de que el abuso está presente e inadvertidamente alentar el abuso para continuar o aumentar.

Ambas parejas deben sentirse y estar seguras para que la terapia sea efectiva. Una víctima puede no sentirse segura con su abusador presente y podría ser reticente a participar plenamente o hablar honestamente durante las sesiones de asesoramiento. Alternativamente, una víctima puede tener una falsa sensación de seguridad durante una sesión y revelar información que normalmente no revelaría. Lo que podría ocasionar el que la pareja abusiva decida actuar con más abuso en casa.

Una mejor opción para las parejas abusivas que quieren cambiar es un programa diseñado específicamente para tratar sus comportamientos abusivos.

Estos programas a menudo se denominan Programas de Intervención y Prevención de Golpes (conocido por sus siglas en inglés como BIPP), aunque lo que se les llama puede variar de estado a estado. Los BIPP se enfocan en enseñar a las personas a tomar responsabilidad por sus acciones y a responder sin violencia. Estos programas pueden ser eficaces, pero sólo si la persona abusiva está realmente comprometida, ya que el cambio real es un proceso difícil que puede tomar meses o años.